Te escribo desde territorio no confiscatorio.
¿Por qué?
Pues porque el primer paso para generar más dinero es que no te roben.
Y el segundo paso es saber generar riqueza con él.
Quiero decir, no es lo mismo hacer dinero que generar riqueza.
Siento ser yo quien te lo diga, pero mejor yo que un inspector de hacienda, hazme caso.
Esto te lo digo porque “ganar dinero” y ya, no te hace libre.
Mucho emprendedor ahí afuera cree que sí. Cree que si factura más, todo se resolverá solo.
No es así.
Por eso, hoy te contaré cómo me di cuenta de que ganar dinero no era suficiente para poder soltar sin miedo.
Te explicaré cómo pasé de depender de la facturación de mi empresa a saber que, pasara lo que pasara, estaba cubierto.
Y cómo lo hice sin meterme en pelotazos ni depender de fórmulas milagrosas que solo enriquecen a sus promotores.
Pero antes, quiero comentarte lo del episodio 6 de Libre para decidir.
Un programa en el que nos cargamos el mito ese que dice que para tener éxito en la vida debes dejártela por el camino.
Yo lo hice, pero tú estás a tiempo de evitar cagarla como yo.
Solo escucha este cojonudo episodio en el que en 22 minutos y 48 segundos te explico:
- Las consecuencias reales de normalizar el sacrificio extremo en los negocios (y por qué es una mentira rentable para otros).
- Cómo la obsesión por el negocio me devoró, haciéndome perder lo que realmente importaba.
- La trampa mortal en la que caen muchos emprendedores cuándo buscan escalar sus proyectos.
- Lo único que realmente necesitas para que tu negocio sirva a tu vida y no al revés, sin volverte un esclavo.
Dale al play, porque quizás descubras algo que no sabías que necesitabas escuchar.
Ahora sí, sigamos.
Mira, te lo expliqué hace algunas semanas.
5 fueron las claves que me permitieron soltar el negocio sin miedo.
O con menos miedo.
Y lógicamente la del dinero y las inversiones era una de ellas.
Esto es así porque solo ganar dinero no me hizo libre.
Durante años pensé que sí, que la clave para ser libre era ganar más.
Facturar más. Escalar más. Vender más. Empotrar más.
Hasta que me di cuenta de que yo mismo estaba atrapado sin solución de continuidad en un bucle perpetuo de erosión y autodestrucción.
Mira, conozco a demasiados empresarios y emprendedores que facturan cientos de miles al año y siguen igual de atrapados que cuando empezaron.
Porque su negocio sigue dependiendo de ellos.
Porque no pueden parar sin que todo se vaya a tomar por saco.
Porque si dejan de vender, se acabó lo que se daba y su mujer les echa de casa.
Eso no es libertad. Eso es vivir en una jodida cadena perpetua con bola de hierro atada al pie.
Entonces, lo que te contaba, que ahí me di cuenta de que ganar dinero y construir riqueza no son lo mismo.
Porque, si cada euro que ganas depende de lo que trabajas, estás jodidísimo.
Así nunca saldrás de la rueda de la rata del sistema que te quiere pobre y dependiente.
Por eso, afirmo tajantemente que ganar dinero te mantiene en la rueda, pero construir riqueza te permite hacer lo que te dé la gana con tu vida, al margen de lo que el sistema tenga preparado para ti y para tu familia.
Tanto es así que nunca habría podido soltar mi negocio si no hubiera tenido esto resuelto.
Y ojo, ni tenía la vida solucionada de antemano, ni pegué el pelotazo con una meme con cara de rana, ni mucho menos mis padres me dejaron herencias millonarias.
Más bien, otras herencias que jamás querrías recibir son las que me dejaron.
En cualquier caso, lo conseguí porque diseñé mi negocio y mi dinero para que me generaran riqueza sostenible a largo plazo.
Ok, ¿cómo construí seguridad financiera para soltar sin miedo?
Pues montando estrategias que generan un flujo de ingresos recurrentes con activos que entiendo y en los que confío.
(Eso de “ingresos recurrentes” me trae recuerdos, ya tú sabe(
Por eso, el 100% de mi portafolio de activos están produciendo 24/7.
Produciendo más allá de la revalorización de sus precios, me refiero.
Mira, lo hago así de fácil:
- El 75% de mis activos no requiere apenas gestión. Los muevo a través de estrategias pasivas cuyo rendimiento anual se mea en la cara del 1% de tu cuenta naranja.
- Y el 25% restante, lo gestiono de forma activa generando rendimientos mensuales promedios superiores a lo que te da el S&P 500 o el MSCI World en todo el año.
Que oye, nada en contra de invertir en el mercado tradicional, de hecho, si más gente lo hiciera, más libres serían.
Pero es que eso de generar en un mes lo que la renta variable da en un año, está cojonudo.
Qué quieres que te diga, son mis costumbres y hay que respetarlas.
Lo importante, en todo caso, es que gracias a saber generar no solo dinero, sino también riqueza a largo plazo, soltar un negocio que ya no me hacía feliz (y, lógicamente, dejar de cobrar de la empresa), pasó de utopía a palpable realidad.
Ahora cobro de mis inversiones porque el dinero trabaja para mí.
Y ojo, no es que me sentara un día y dijera ‘voy a hacer que el 75% de mi cartera sea pasiva y el 25% activa’. Nada de eso.
Fue algo que fui afinando con el tiempo, entendiendo qué me funcionaba mejor y qué me permitía vivir tranquilo sin estar pegado a la fucking pantalla.
Y al final, lo dejé así porque es lo que a mi me da mejor resultado sin atarme.
Por eso, cuando alguien me dice: «si yo tuviera dinero, también podría soltar mi negocio», le digo “pues mueve el culo y ponte a construir activos en los que confíes como un degenerado”.
Porque cuando el dinero trabaja para ti, nadie más que tú decide cómo quieres vivir.
En fin, que la decisión es tuya.
Si todo tu dinero depende de tu negocio, estás en serio peligro.
Si solo piensas en facturar más, seguirás atrapado en la rueda.
Si no conviertes ingresos en activos, nunca podrás soltar.
Si no diseñas un sistema financiero que te respalde, siempre dependerás de cada maldito cliente que cierras, sea tóxico o no.
Insisto, no se trata de ser rico. Que si lo eres cojonudo ojo, que aquí no somos comunistas.
Pero de lo que se trata es de tener activos que generan ingresos mientras duermes.
Dinero que produce más dinero. Dinero que te da libertad.
Te lo digo porque lo mismo es hora de cambiar tu relación con el dinero.
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
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