Hay cosas que aprendes a hostias.
Por ponerte un ejemplo así al azar, yo aprendí que sin salud, todo lo demás es una puta broma.
Y lo entendí a lo lago de 20 meses de mi vida con un catéter colgando del abdomen mientras esperaba mi trasplante de riñón.
No fue por mis malos hábitos, ojo. Fue genético. No había más cojones.
Pero lo que sí dependía de mí era cómo lo afrontaba.
Y ahí fue cuando, por primera vez en la vida, me di cuenta de que, si no me cuidaba, si no me preparaba físicamente, mi recuperación sería un infierno.
Ese momento que te digo, no solo me cambió la vida, también me dio la energía para montar un gran negocio y ser el referente de ese nicho en español según mis haters.
Por eso, hoy te contaré cómo entendí que, sin salud, todo lo demás es una puta broma y, lo más importante, cómo cuido la mía para no acabar hecho un despojo antes de tiempo.
Pero antes, lo de mi cese.
A ver, tengo que confesarte que, cuándo me cesaron justo en el peor momento de mi vida, lo viví como una gran putada.
Pero también es cierto que con el tiempo aprendí que también fue mi mejor bendición.
Todo eso te lo cuento en el capítulo 8 de “Libre para decidir”, además de:
- Cómo pasé de un empleo estable a verme con el culo al aire en el peor momento de mi vida.
- Cómo me di cuenta de que nunca más dependería de un sueldo.
- Y lo más importante: las tres habilidades que desarrollé para no volver a necesitar un empleo, una nómina o un cliente tóxico nunca más.
En resumen, que si dependes de algo o de alguien para generar dinero, jamás serás libre.
Pero si dominas esto… ya nadie decidirá por ti.
Dale al play: quizás descubras algo que no sabías que necesitabas escuchar.
El tema, que si no tienes salud, da igual cuánta pasta tengas.
Y te lo digo yo, que llevo semanas dándote la turra hablando de negocio, de dinero, de inversiones y de cómo construir riqueza.
Pero, ¿de qué cojones te sirve ser libre si tu cuerpo no te aguanta?
No digo tu mujer, digo tu cuerpo.
Mucha gente ahí afuera se está matando a trabajar, sacrificando su cuerpo, su energía y su bienestar por un negocio que supuestamente les dará libertad…
Cuándo la libertad no es solo tener más tiempo, sino tener la salud para poder disfrutarla.
Yo tuve que pasar por esa renal experiencia para darme cuenta de que no tenía sentido ganar bien si no tenía salud para disfrutarlo.
Por eso veo muchos emprendedores con éxito que parecen cadáveres con Stripe.
Que dicen que “no tengo tiempo para entrenar.”
Que “comer bien es complicado con mis horarios.
Que “ahora estoy a tope, ya cuidaré de mi salud más adelante, cuándo termine el lanzamiento.”
Y mira, en confianza, ahora que no nos ve nadie, si piensas así eres gilipollas.
Que no lo digo yo, lo dice la naturaleza, porque cuándo quieras darte cuenta, será tarde.
¿Sabes como cuándo te vendía algo de mi ex-negocio y te decía que “luego de las 23:59h será tarde”, y tú me escribías a las 0:01h diciendo que por favor, que “no viste los 30 emails porque estabas encerrado en un hotel con tu amante” y, lógicamente, jamás recibías respuesta?
Pues eso, tarde.
Entonces, en vez de ir corriendo a responderme el email apestando hate por los cuatro costados, date cuenta de que te lo dice alguien que no tuvo opción.
Un hombre a un catéter pegado durante veinte meses de su vida.
De febrero del 15 al octubre del 16.
Tú, todavía estás a tiempo para hacer esto:
- Entrenamiento de fuerza: Si no entrenas, eres un flojo.
Podría decirte que no entreno por estética, que solo lo hago por salud, pero eso sería insultar a tu inteligencia.
Claro que me gusta verme el pectoral más duro que una roca durante el día y más suave que una almohada por la noche.
Pero, sobre todo, entreno porque quiero llegar a viejo sin ser un jodido vegetal.
Entreno porque la fuerza es la base de todo.
Si no entrenas fuerza, tu cuerpo se debilita, te jodes las articulaciones y tu energía desaparece.
Y, si eres hombre, ya no digamos lo que pasa con tu testosterona.
Por eso, entreno 6 días a la semana con una rutina push-pull-legs.
Si no tienes ni idea de qué es eso, es muy fácil: empujas un día, tiras al siguiente, entrenas piernas después. Y repites. Mira en YouTube.
En cualquier caso, lo que quiero decirte con esto es que no me tiro tres horas en el gym, ni hago rutinas de influencers en TikTok, ni sigo programas de “transformación en 6 semanas.”
Hago lo que a mí me funciona. Y punto.
Y te digo más: si quieres adoptar una rutina, no copies la del culturista anabólico de tu barrio.
Adopta la que puedas sostener en el tiempo.
Si entrenas algo de forma consistente, ya vas por delante del 90% de los fucking panzas que se pasa la vida inventando excusas para no salir de su mediocridad.
- Nutrición: Si metes mierda en tu cuerpo, te conviertes en ella
Mira, si comes como un cerdo, te sientes como un cerdo.
Si comes comida real, tu cuerpo responde como una puta máquina.
Y no, no necesitas hacer la dieta de la alcachofa, ni la del serrucho, ni la del cucurucho.
Necesitas comer de todo menos mierda.
- Lo que no como:
Procesados → Cualquier basura que venga en un paquete y tenga más de 10 ingredientes.
Harinas refinadas → No quiero energía de mierda ni picos de insulina.
- Lo que sí como:
Proteínas → Carne, pescado, huevos, lo que me dé la gana, pero de calidad.
Grasas de calidad → Aceite de oliva, frutos secos, aguacate.
Carbohidratos moderados → Porque no soy un talibán de la dieta, pero los elijo bien.
Azúcares → Muy esporádicamente.
Y si tienes dudas sobre nutrición, no me preguntes a mí: habla con mi mujer.
Quiero decir, Marta sabe más de nutrición y salud hormonal que el 100% de la peña que baila reels en Instagram diciendo que comas semillas de chía sin saber qué narices es la chía.
Más que el 100%, confirmado.
En serio, pregúntale a Marta y hazle caso.
En fin, que si no priorizas tu salud, ya puedes ir redactando tu esquela con copy persuasivo.
La peña ahí afuera se obsesiona con hacer crecer su negocio, pero, ¿qué sentido tiene un negocio si tu cuerpo te abandona más que Rexona?
Si no tienes tiempo para tu salud ahora, tendrás que sacar tiempo para la enfermedad después.
Así que elige:
O cuidas tu cuerpo o vas preparando tu funeral.
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
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