Mi próximo negocio no será como el que monté en 2017, recién salido de quirófano.
Con las grapas aún frescas, me convencí de que cuanto más grande fuera mi negocio, más libre sería. Pero como era idiota y novato a la vez, monté un negocio esclavo.
Quiero decir, el negocio funcionaba, pero no sin mí. Generaba pasta, pero cada venta significaba más trabajo.
Pero eso no fue lo peor.
Lo peor es que como además de novato era gilipollas, me sentía a gusto con eso.
Cuanto más facturaba, mejor.
Cuanto más escalaba, más orgulloso me sentía.
Cuanto más ocupado estaba, más importante parecía mi negocio.
Era la mentalidad estándar del emprendedor digital agilipollado del 17.
(Que me dicen por el pinganillo, que eso sigue en el 25, no sé).
Ahora te cuento lo que hice después, pero antes, lo del capítulo titulado “No es cierto que estuviera a punto de morir.”
Me refiero al nuevo episodio de “Libre para decidir”, en el que te cuento:
- Cómo aprendí a soltar mierdas y vivir libre como nunca antes había vivido. No es postureo, es que a veces, las tonterías se te caen solas.
- La decisión exacta que convirtió mi negocio esclavo en un Negocio Libre, uno que funcionaba sin que yo estuviera encima todo el tiempo. Ojo, esto no sale en los libros de autoayuda, hazme caso.
- Cómo pasé de currela atrapado a soltarlo todo en siete años. Spoiler: no fue suerte, fue estrategia que cualquiera puede aprender.
- La lección más jodida que me llevé sobre la libertad y los negocios, una que duele, pero que realmente te abre los ojos para siempre.
Dale al play. Quizás descubras algo que no sabías que necesitabas escuchar.
Pues eso, que cuándo me di cuenta de que era idiota, convertí mi negocio en un Negocio Libre.
Eso fue en el 21.
Cuándo me planteé seriamente cambiar los cimientos del negocio, estaba cagado, no te lo voy a negar.
Pensé, ¿y si sin mí no funciona? ¿Y si dejo de atender a estos clientes y luego no vienen más? ¿Y si me quedo sin identidad?
Poco tardé en darme cuenta de que si el negocio solo funciona cuando le estás encima todo el santo día, eso es un negocio. Es un empleo disfrazado de libertad.
Luego, a finales del 24, lo solté.
Porque cuando ya no tienes la presión de «hacer más», te das cuenta de que el 90% de emprendedores digitales están atrapados en negocios que no pueden soltar.
Eso según un estudio de la Universidad de la Vida, cuyo único requisito para sacarte la carrera es salir a la calle y hablar con humanos funcionales.
Es entonces cuándo ves de forma cristalina como negocios rentables son a la vez cárceles forjadas en oro de 24 quilates.
- La coach, terapeuta o psicóloga que tiene la agenda llena de sesiones y no puede viajar sin perder ingresos.
- El formador que trabaja 60h semanales dando seminarios presenciales y ve menos a sus hijos que tú a la tóxica de tu ex.
- La copywriter o escritora que tiene que vender constantemente su siguiente encargo para no quedarse sin ingresos.
- El nutricionista o entrenador que se pasa el día en consulta y no puede permitirse escalar su negocio.
Y lo peor es que, cuando empiezan a darse cuenta, muchos deciden macabras soluciones como trabajar más, aceptar a cualquier cliente o contratar equipo.
Cuándo la solución que ataja de cuajo todos esos problemas es construir un Negocio Libre.
Es por eso que afirmo tajantemente que mi próximo negocio será libre.
Y lo dejo por escrito ante más de 11.000 personas:
- No dependerá de empleados o socios que me drenen la energía.
- No necesitará de mi presencia diaria para generar ingresos.
- Estará diseñado para darme libertad desde el día 1, no “después de escalar».
- Y lógicamente crecerá sin añadir más carga operativa.
Si mi propósito te suena más imposible que ver trabajar al hermano de Pedro Sánchez, lo siento por ti.
Llevas demasiado tiempo en la rueda de la rata, esa en la que el circo online te ha metido sin darte cuenta, al igual que me metió a mí.
La buena noticia es que salir de ahí solo depende de ti. Y ojo, no es magia, es estrategia.
Porque en 2025, construir un Negocio Libre es más simple que nunca.
Los 5 pilares de un Negocio Libre.
Si quieres un negocio que te haga libre y no un esclavo bien pagado, necesitas esto:
- Cliente antes que producto.
– No pienses en qué vender. Piensa a quién ayudar.
– Define un avatar con un problema claro y urgente que tú sepas solucionar.
– Entiende que es eso que le genera tanto runrún mental que le impide dormir a pierna suelta.
- Sin audiencia no hay paraíso.
– Construye una audiencia de personas afines a ese avatar.
– Elige un canal de comunicación y habla diariamente con esa persona.
– Hazle ver cómo es su vida ahora y cómo sería sin lo que le jode vivo.
- Producto minimalista
– Diseña un producto sencillo de crear y de entregar que solucione el problema de tu avatar.
– Valida el interés del mercado sin crearlo efectivamente, y ahórrate horas de trabajo.
– Crea una oferta digital que puedas vender en volumen sin tu presencia constante.
- Proceso de ventas
– Métete en la conversación mental de tu avatar, estando presente en el canal donde viva
– Atrae leads cualificados a tu lista para no depender de algoritmos ni biorritmos.
– Comunícate con ellos diariamente dándoles entretenimiento, formación e inspiración.
- Escalabilidad sin esclavitud.
– Automatiza el 80% del negocio para no estar en cada proceso.
– Sube tus precios y gana más, con menos clientes pero más comprometidos.
– Elimina todo lo innecesario: cuanto más simple sea tu negocio, más libre eres.
Esto es exactamente lo que haré en mi próximo negocio.
Y te digo más: tú mismo verás cómo lo hago y podrás hacerlo al mismo tiempo que yo.
- Si eres coach, podrías montar un programa grupal y dejar de vivir pegado a Zoom.
- Si eres formador, podrías tener una academia online que funcione sin que viajes.
- Si eres copywriter, podrías vivir de una newsletter de pago sin lidiar con clientes caprichosos.
- Si eres nutricionista, podrías montar un sistema de suscripción que ayude a cientos sin que te agoten con consultas individuales.
¿Notas la diferencia?
Por eso, vivir muy bien de tu conocimiento con un Negocio Libre, no es solo facturar, es diseñar un negocio que no te quite la vida.
Todo eso si quieres, claro.
¿Quieres?
Ok, entonces comienza ya. Hoy mismo.
Haz estas 3 cosas y estarás más cerca de la libertad que el 99% de autoempleados esclavos:
- Escribe en una frase a quién ayudas, como le ayudas y para qué le ayudas. Si no puedes explicarlo en una sola línea, simplifica.
- Crea un lead magnet en 24h que solucione rápidamente un problema pequeño de tu audiencia. Graba un audio, no lo edites, súbelo a Drive y dáselo a todo aquel que se apunte a tu lista.
- Elimina 3 cosas innecesarias de tu negocio. Me refiero a RRSS que no aportan, procesos manuales o tareas repetitivas. Fuera.
En definitiva, que así es como se empieza un Negocio Libre.
Sin inversiones, sin equipo y desde luego sin pasarte el día en redes sociales infernales.
Solo con acciones concretas y estratégicas que te acercan a la libertad.
Ahora bien, sé perfectamente que la mayoría leerá esta guía y no hará nada.
Dirá que en su caso no aplica, que en su sector no se puede o que ellos no tienen nada que enseñar a los demás.
Está bien, cada uno se limita como quiere.
Eso sí, que luego a nadie sorprenda ver a varios miles de esta lista avanzando a toda hostia hacia la libertad.
Si eres de los que va a quedarse mirando cómo los demás avanzan, no hagas nada.
Pero si quieres hacer algo al respecto, apúntate gratis aquí debajo:
Solo eres libre cuándo puedes decidir. Y aquí verás cómo hacerlo.
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